Capítulo 21.
Jungkook ayudó a Jimin a levantar los vasos y tiró los envoltorios y bolsas en la basura, y lavó lo poco que usaron (con muchos regaños del menor).
—En serio no tenías que hacer eso, lo podría haber hecho yo —dijo cruzándose de brazos y mirando fijo a Jungkook.
—Tenía que hacer algo, no me gusta ver que hagas todo.
Jimin sonrió. Su anterior pareja no movía ni un pelo cuando terminaban de comer, él era el omega inquilino, así que él tenía que lavar y ordenar todo. Jihoon no se preocupaba por ayudarlo en lo más mínimo y si lo hacía venía con algo en manos. Claro que Jimin no lo veía así, él pensaba que había cambiado.
—Gracias.
—Realmente no sé cuantas veces me agradeciste desde que nos conocemos —dijo el mayor mientras secaba uno de los vasos. Las mejillas de Jimin se tiñeron de un suave rosa y Jungkook sonrió.
—Um, tampoco tienes que hacer eso.
—Quiero hacerlo.
Hubo un breve silencio, no era para nada incómodo.
—¿Te molestas si le doy un baño rápido a Jaehyun? —preguntó mirando sus pies.
—Para nada, ¿por qué me molestaría?
Porque los omegas tienen que estar con el alfa en todo momento, solo pueden alejarse para limpiar.
—Yo... será rápido lo prometo.
—Tómate tu tiempo, no me molesta, de verdad.
—Ahora vuelvo —dijo antes de marcharse en busca del pequeño.
Jungkook terminó de secar lo vasos y pasó un trapo que encontró por la barra para así sacarle todo resto de migas. Una vez hecho todo, solo se quedó parado, cerró los ojos y respiró profundo. Es todo lo que tuvo que hacer para sentirse bien, para sentirse en paz, es todo lo que precisaba para sentirse como en casa. Las risas del pequeño se escuchaban de fondo y suaves risitas de Jimin se podían distinguir, estaba tranquilo, Dios quería sentirse así siempre.
Quería sentir ese sentimiento de estar completo por el resto de su vida, no sabía exactamente el porqué se sentía así, pero joder, se sentía tan bien. Decidió sentarse nuevamente en las banquetas y esperar al omega.
—Listo, terminé —dijo un Jimin con las mangas de su gastada camiseta arremangadas, con su pelo un poco revuelto y sus pantalones algo mojados.
—¿Y Jae?
—Se durmió en el proceso de ser cambiado.
Jungkook rió bajo.
—Sabía que iba a pasar, los baños lo relajan mucho.
Otro silencio se asomó entre ellos, ninguno sabía que decir.
—Um, ¿quieres café?
—Claro.
—¿Te molesta que pida mucho servicio al cuarto? —preguntó repentinamente el menor.
—Eh, no, no me molesta. Pide todo lo que quieras, está bien, nunca me molestaría.
Jimin no dijo nada solo desapareció y Jungkook pudo escuchar su suave voz pidiendo dos tazas de café.
—En unos minutos lo traen.
—¿Está bien si vemos televisión? —preguntó el alfa.
—Si... yo, um, no sabía si te gustaba con doble de azúcar o no, yo, eh, em, perdón por, por no preguntar.
Las manos de Jimin estaban inquietas y Jungkook veía como su pecho subía y bajaba rápido.
—Hey... —se acercó un poco, no quería asustarlo—. Está bien, no te preocupes. No pasa nada, Jimin, ¿okay?
Jimin lo miró y trató de tranquilizarse, era Jungkook, solo era Jungkook. Era ese alfa que lo trataba bien, que lo hacía sentir bien, él no le gritaría.
Es solo Jungkook, no me hará daño, ¿no?
Su respiración no se calmaba y seguía mirando al mayor fijamente. El alfa descifró esa mirada, Jimin no estaba ahí en ese momento.
El omega solo pudo recordar ese día, solo pudo recordar a Jihoon, no sabe el motivo, él solo lo hizo. Así era a veces, avanzaba en superar ese tema pero retrocedía, nunca podría dejarlo atrás.
"—Jimin...
—¿Si? —dijo la voz dulce del castaño mientras levantaba la mirada de su libro de texto de la escuela.
—Deja ese jodido libro y hazme un café —dijo Jihoon mientras tecleaba algo en su celular.
—Um, claro.
Se levantó y fue hasta la cocina, ya no había nadie en ella ya que era de madrugada. A Jihoon le gustaba el café instantáneo, así que puso manos a la obra. Batió sin parar hasta que obtuvo una crema de café, luego vertió el agua caliente que puso a calentar antes de todo, le había puesto tres de azúcar, sabía que a su novio le encantaba así. Sonrió satisfecho y fue hacia la habitación con una sonrisa.
Abrió la puerta de la habitación y el alfa estaba igual que antes, sentado en su escritorio tecleando en su teléfono.
—Aquí tienes, mi amor —dijo mientras dejaba la pequeña taza en el escritorio y le daba un beso en la mejilla. El alfa no lo miró y ni siquiera le dijo un "gracias". Jimin sabía que no demostraba tanto afecto, pero esperaba que le dijera algo. Cuando supo que no diría nada se sentó en la cama para volver a su libro de texto.
—Jimin...
—Si...
—¡Te dije que me hagas un café, no esta jodida mierda!
—Yo lo hice como a ti...
—¡Ni para hacer café sirves, imbécil!
—Y-Yo perdón no sé que hice mal... le puse dos de azúcar —dijo sin poder mirar al alfa, las lágrimas querían salir de sus ojos—. Lo hice como a ti te gusta, amor —dijo susurrando.
—Esa mierda no me gusta, idiota. Espero que sirvas de algo y aprendas a hacer por lo menos un café.
Luego de decir aquello se levantó y fue hasta la puerta.
—¿A-A dónde vas?
—Me voy con Jihye, me sacaste de quicio.
—¿Vas a venir para dormir? —preguntó bajo, sin atreverse a mirarlo.
—No me esperes, Jihye es mucho mejor que un omega que no se deja follar y que, para colmo, ni hacer café sabe. Ella sí es buena omega —dijo y se fue.
Jimin dejó su libro de texto a un lado y se permitió llorar. Él lo hizo como a él le gustaba, él lo hizo como veía a la mamá del alfa hacerlo para él, solo quería hacer feliz a Jihoon. Él solo quería que le dé un beso y un gracias. Quería que Jihoon lo abrace y le de diga que lo ama, cosa que rara vez hacía."
—¿Jim? —escuchó a lo lejos.
"Minnie, te amo" "Jimin, traje estas rosas, perdóname por favor" "Jimin, no debes juntarte más con él, es un mal amigo, sé lo que te digo" "Minnie, te quiero"
Jimin estaba abrumado, estaba avanzando y de repente había caído de nuevo.
Jungkook no sabía que hacer, el castaño no respondía y no sabía si se podía acercar. Pequeñas lágrimas salían de los ojos del omega y el rizado mandó a la mierda todo. Lo abrazó. Rodeó con sus brazos a Jimin y este trató de alejarlo.
—¡No! Por favor no —dijo sollozando.
—Shhh, ya está, cariño —dijo tratando de tranquilizarlo.
—Por favor para, por favor. Deja de hacerme daño, por favor —dijo bajo. Jungkook logró escucharlo y se rompió en dos.
Alguien le hizo daño, alguien lastimó a esa tímida y tierna persona.
—Jim, soy yo, soy Jungkook.
Jimin lo escuchó, lo escuchó y salió de su trance. Respiró hondo y sintió el aroma de Jungkook envolverlo y lo tranquilizó. Respiró un par de veces y le devolvió el contacto al rizado, necesitaba ser abrazado, necesitaba ser contenido, necesitaba que alguien lo ayude a borrarlo de su mente y alma.
—Quiero que deje de doler.
—No sé por lo que has pasado, pero voy a tratar de ayudarte, ¿bien?
Lo sintió asentir en su pecho. El timbre se escuchó a lo lejos y Jimin hizo el ademán de ir. Jungkook pensó que estaba lo bastante vulnerable como para que lo vieran así, no iba a dejarlo hacer eso. Así que apretó un poco más el abrazo.
—¿Te importa si atiendo? No quiero que lo hagas en este estado. ¿Está bien si lo hago por ti?
—Cla-Claro.
—Espérame un segundo, ¿okay? —dijo separándose del omega y mirándolo a los ojos. El menor asintió.
Jungkook abrió la puerta y atendió a un chico rubio que no esperaba para nada la presencia del alfa, él preguntó por Jimin y el rizado le inventó que estaba cambiando a Jaehyun. Se despidió con una sonrisa y volvió a la cocina, no lo encontró ahí, así que fue a dejar la bandeja con los cafés en la pequeña mesita que estaba frente al sofá de la sala. Jimin apareció un momento después.
—Lo siento... fui a ver como dormía Jae.
—No hay problema —dijo el rizado mientras se hacía a un lado para dejarle espacio al castaño.
Hubo un silencio extraño que nadie sabía como romper.
—Lo siento...
—¿Por qué?
—Um, por lo que pasó hace un momento —dijo mirando sus pies.
—Tranquilo, no pasa nada. ¿Estás bien? ¿Necesitas algo? ¿Quieres que me vaya? Si me dices que me vaya lo haré, solo dímelo, ¿okay? No quiero hacerte sentir mal de alguna forma.
Jimin sentía su pecho tibio, ese alfa se preocupaba por él. Tenía ganas de llorar.
—N-No, no quiero que te vayas —no quiero estar solo de nuevo.
—De acuerdo. ¿Estás bien?
—Em, estoy mejor.
—¿Quieres hablar de eso?
—Si... pero no ahora.
—Okay, okay, si quieres hablarlo conmigo solo dime, no importa cuando, ni como, ni a que hora. Si necesitas hablar de cualquier cosa solo dime, yo estoy dispuesto a escucharte.
—Gracias, yo, solo... gracias —dijo con lágrimas en sus ojos.
—Hey, no llores, está todo bien.
—Disculpa... solo discúlpame. En el último tiempo nadie se preocupó por mi, a nadie le importaba, era solo yo y mi cachorro, y que alguien venga y se preocupe o esté dispuesto a algo por mi se siente bien, se siente jodidamente bien —soltó Jimin entre lágrimas.
—¿Puedo abrazarte?
—Si.
Fue todo lo que necesitó oír, lo rodeó sobre sus hombros y lo atrajo hacia sí, la cabeza del omega quedó en su pecho y algunas lágrimas mojaban el suéter de Jungkook, pero no le podía importar menos.
—Sé que no nos conocemos hace mucho, pero me importas, Jimin, creo que me importas más de lo que debería.
El omega se sintió feliz. Alguien se preocupaba por él, alguien se interesaba en él. Fue todo lo que necesitó para corresponder al abrazo del alfa y rodear con un brazo por detrás y el otro dejarlo sobre el abdomen. Era algo tan simple, pero tan íntimo a la vez.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro